Datos como quién era ese tal Gary Gygax se van desconociendo con el paso del tiempo, y con la incorporación de las nuevas generaciones a los juegos de rol. Considero por mi casi cumplido cuarto de siglo y por mi experiencia en el rol, que me encuentro en un punto intermedio entre lo viejo y lo nuevo. No he mamado de los old school, pero llevo jugando desde los 11 años aproximadamente (todo comenzó con el Neverwinter Nights), así que tampoco me considero carne fresca en el mundillo. Estar en ese punto intermedio me ha hecho desconocer anécdotas, información, juegos y experiencias, pero a cambio me da otra perspectiva.
Ha habido un aumento considerable de jugadores; la tecnología permite compartir, crear y descubrir con una facilidad enorme. Gracias a eso hay todo tipo de gente que juega, con sus propios motivos y formas de entretenerse.
Hay gente que juega porque le encanta interpretar a otras personas, gente que juega porque quiere ver a cuántos goblins puede destripar en un asalto, gente que juega por estar un rato con los amigos, gente (como mi novia) que juega de uvas a peras aunque no le apasione porque quiere compartir mi afición. Pero sigue siendo gente jugando al rol.
Ese grupo que a ti te cae mal porque sólo tiran dados y se preocupan de cuánta experiencia están ganando, está jugando a un juego de rol aunque a ti te joda. O esa hoja de personaje que consiste en medio folio, en el que lo único que hay escrito es una frase describiendo al personaje, también es rol. Y creo que tampoco hace falta decir que jugar o conocer un sólo juego no hace que sea más o menos rol.
Interpreta o no, tira dados, usa cartas, fichas o piedras... pero coño, sigue jugando al rol por favor.
Ah, y lleva siempre cerveza a la partida. Y si no bebes (que a raíz de la primera publicación he visto que hay más gente de la que pensaba) llévala para los que sí bebemos, te lo agradeceremos.
(Carrefour no me paga por la publi.)